La grajilla es un córvido del tamaño de una paloma. Su longitud es de 33 cm. y su envergadura alar de 67 cm. Sus ojos son claros, de color gris, y su nuca también es gris.
El resto del plumaje es oscuro. Los jóvenes tienen los ojos negros y una coloración más uniforme. Utiliza un grito parecido a "kieek". La grajilla habita en parques, ciudades, ruinas, desfiladeros y bosques. Aunque muestra cierta preferencia por los campos de cereal. Está presente en toda la península Ibérica, a excepción de la costa cantábrica. Las grajillas emigran en otoño, con frecuencia en compañía de otras grajas, dirigiéndose a regiones más acogedoras. Por eso a las poblaciones ibéricas, que permanecen durante todo el año en la Península, se le suman en invierno individuos del norte de Europa.
La época de cría abarca abril y mayo. Macho y hembra buscarán un hueco para instalar el nido, en árboles viejos, acantilados o grandes construcciones humanas. Sólo incuba la hembra. Lo hace durante unos 18 ó 20 días, sobre los 4 a 6 huevos depositados. La boca de los polluelos, abierta enormemente y de color rojo sangre, está enmarcada por los gruesos rebordes blancos del pico ovalado, de tal manera que incluso en el crepúsculo no puede haber error en su localización.
A mediados de junio la mayoría de los polluelos levantan el vuelo y abandonan el nido. En su primer otoño ya se emparejan (de por vida), pero no se reproducen hasta los tres años. Alimentación y costumbres La grajilla se alimenta de insectos, gusanos, fruta caída, cereales, semillas maduras y semimaduras y basuras de vertederos. Es un ave muy gregaria, que se reúne al atardecer, formando grandes bandas en sus dormideros.